La suerte del Rojiblanco, el Rojinegro la desea.

Se dicen muchas cosas respecto a la suerte, esa que decide si nos sacamos el Melate o no. Que portero sin suerte no es portero; que la suerte de la fea, la bonita la desea, aunque yo coincido con los que piensan que a las bonitas les vale todo lo que suceda con las feas.

Todo esto viene al caso por la racha de buena suerte que arrastra el Guadalajara.

No es nuevo, Chivas tiene una especie de pacto con los postes, que cuando son en su portería sale el balón rebotado, y cuando son a favor, rebotan en la espalda del arquero y se mete. O que los rivales cometan penaltis y se vayan expulsados en el primer tiempo. O que los contrarios tengan oportunidades clarísimas y no las concreten.

Hay equipos que son salados casi por naturaleza. En un estudio sobre esos equipos alejados de la mano de Dios elaborado por la revista argentina El Gráfico, aparece el Atlas en un digno y merecido cuarto lugar, de 13 que integran la lista. El criterio de selección se basó en el historial de esos equipos, que han tenido la gloria al alcance de su mano, pero siempre sucede algo que lo estropea, y en contra parte, generalmente al antagonista le va bien. Es algo así como que el fracaso de un equipo, es directamente proporcional al éxito del rival más odiado del equipo en cuestión.

El equipo más salado es el Torino, vecino de la Bella Señora del calcio, la Juventus, el equipo de más tradición en Italia. En el torneo de 1914-1915, al Torino le faltaba jugar el último partido contra el líder, a quien había vencido 6-1 en la primera vuelta, y si le ganaba, era campeón, pero estalló la Primera Guerra Mundial y se decidió terminar el campeonato como estaba. Y por si eso fuera poco, en los años 40 llegó a tener el mejor equipo del mundo, ganó cinco títulos consecutivos hasta que el 4 de mayo de 1949, el avión en el que regresaban cayó en la Basílica de Superga, cerca de Turín. Todos los jugadores y cuerpo técnico murieron. En el 2005, el Torino, que jugaba en la Segunda División, ganó el ascenso, pero como estaba en quiebra no lo dejaron subir a la Primera, aunque ya habían celebrado su regreso a la Serie A.

Otro equipo bien salado es el alemán Schalke 04. No es campeón desde hace 49 años. En 2001, cuando ya celebraban el campeonato en su estadio, el Bayern se los arrebató ganando en otro partido jugado simultáneamente, anotando en el cuarto minuto de reposición, cuando los aficionados del Schalke ya celebraban en la cancha, y lo más jodido, el gol del Bayern lo vieron en la pantalla del estadio.

Y cuando se afilió al club Schalke 04 el Papa Juan Pablo II como socio honorario, el milagro resultó a la inversa y descendieron.

El Atlético de Madrid también tiene al santo de espaldas. Actualmente está metido en una crisis de resultados. No le gana al Real Madrid desde hace 8 años. En una sola ocasión llegó a la final de la Copa de Campeones, en 1974: ganaba 1-0 al Bayern Munich y a un minuto del final le empataron con un disparo desde media cancha, cuando su portero estaba distraído regalando sus guantes a un fotógrafo. A los dos días jugaron por el desempate y perdió 4-0.

El Atlas obtuvo un merecido cuarto lugar. No es campeón desde 1951; perdió el ansiado campeonato ante el Toluca en penaltis; en este torneo tuvo a Chivas en un puño para empatarle, pero intervino el poste izquierdo para evitarlo, y el domingo pasado tuvo al Monterrey a su merced, pero un golazo les arrebató el triunfo. Y las que le faltan.

En fin, hay cosas que solamente le suceden al Atlas.

Fernando Cloutier, Milenio.

Caminando en la escuela, hablaba con Jorch. Me sugirio una entrada sobre este articulo que habia leido en el publico. Realmente, es dificil de concebir que el Atlas tenga tanta mala suerte. Creo que es porque Jorge le va al Atlas. Suerte con los esfuerzos de campeonato.